Que no existe ningún borrador, que yo escribo sin pensar, que me sale del corazón.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Un recordatorio a 18 primaveras.

Después de pensar y mucho repasar durante mucho tiempo te quedas con detalles de la vida que marcan una persona, su forma de ser, su manera de actuar, su reaccionar... Un millón de cosas que sin embargo, otra persona no podría ser exactamente igual.
Durante 18 primaveras te das cuenta del verdadero ritmo de la vida, que nada es tan malo como parece ni tan bueno como en realidad es, que lo que te dicen tus padres no tiene ni pies ni cabeza y de la única forma en que sabes la verdad es dándote hostias y descubriéndolo tu mismo. 
Todavía recuerdo aquel joven niño que tan solo tenía una mano delante y otra detrás, cuando pensaba que tenía amigos y en realidad era una pandilla de aprovechados y todo así... Aquellas tardes infinitas de verano que solo quería que el tiempo pasase para llegar a la escuela donde era el único sitio donde te sentías protegido porque en la calle solo saben pisarte y en casa estar todo el tiempo es imposible. 
Pasas de esa situación a la extrema, donde solo tienes una obsesión que acabas odiando, donde tus enemigos desaparecen y te quedas solo porque nunca tuviste amigos, donde todo es aburrido para un niño de tan solo 12 años...
Descubres otro mundo donde la vida va mas rápido aun y quieres estar a todo pero a nada, entonces la suerte se apoya en ti, te empieza dando unos buenos pilares que de todos no te puedes fiar porque algunos pueden llegar a romper y desde entonces cuido con mimo porque la vida y lo que me demostraron muchos de ellos es impagable. 
Al principio ellos te guían te dicen lo bueno, lo malo y donde esta el limite de cada uno para saber tener los pies en la tierra pero claro, uno siempre es abaricioso, intenta tener mas en la boca de lo que tiene, no tiene miedo a nada y lo primero que se encuentra en la entrada es lo peor de lo peor, peleas, drogas.. Una vez dentro no te gusta, intentas salir por la puerta de atrás pero sería de cobardes. Aguantas de valiente jugándote el día a día hasta que un momento pone fin y te das esa gran hostia de lo bueno, de lo malo y de sus límites entonces es cuando de verdad comprendes a esa buena gente que lo que decían no era en balde e intentas poner fin.
Los días pasan y pasan sin sentido lo que hacías ya no lo haces porque has perdido la constumbre te quedas apartado a la mínima y necesitas impulso hasta para levantarte cada día. Lo que de verdad nunca olvide ni olvidare sera la forma en la que aprendí eso y uso cada día para levantarme y sobretodo cuando me caigo por cualquier motivo e intento volver a levantar cabeza, un amigo fue el que realmente me enseñó eso, verlo a el mal era que yo también estaba mal, la unión entre ambos y el apoyo mutuo para lo bueno y para lo malo es una cosa que te hace pensar y decir el verdadero amor a la amistad real. 
Mas adelante cuando las heridas cicatrizan te emprendes en una nueva aventura, esa en la que todo el mundo dice: "no hay quien las entienda, son muy raras", en ese mundo se empieza con una mano delante y otra detrás con los pies en la tierra y la cabeza en las nubes, en obsesionarte con algo y cuando lo consigues volverte loco de alegría, pero volviendo a ser abaricioso, dejarlo y buscar otro reto para volver a superar así una y otra vez pero en realidad la vida no es así como la pintaba, la vida real es aquella que todo el que puede se ríe y burla de uno hasta mas no poder, sacarte hasta los ojos del egoísmo, cuando superas un palo darle otro vara palo hasta que vuelves a dar la hostia y quieres volver a encontrar esos limites, entonces es cuando toca reaccionar.
Piensas, actúas sin consecuencias, te tomas la vida como unas vacaciones sin pensar en los demás, solo apoyándote en pilares verdadera mente importantes y es cuando por fin todo va como tu quieres, cuando te toca devolver todo lo que primero te hicieron y que realmente no devuelves porque pese a todo sigues siendo aquella persona que no olvida sus raíces.
Llegados a esta situación, ahora decides donde pisas y donde esquivas, pisando lo que no quieres para así olvidarlo y esquivando lo que no puedes olvidar.
Si ahora te cansas después de 6 días trabajados y hasta los dioses descansan 1 día, ¿Por qué uno nunca puede parar de pensar y de actuar?. 
Tan solo quiero libertar sin explicación.